jueves, 14 de octubre de 2010

Decálogo del periodista desempleado

1. No dejes de leer y mantenerte informado, que no sabes en qué momento volverás a ritmo de competencia de nuevo.

2. No pierdas el trato con las amistades y tus contactos, te pueden salvar el pellejo, o de quedar hecho pellejo.

3. Entrena. Nunca dejes de servir al amo insufrible al que hacía referencia Capote: no dejes de escribir.

4. Sal a huevear. No hay nada más inspirador que un viaje, ver películas que desconoces mayormente o descubrir un disco que te tenga embobado día y noche. En suma, exponte a experiencias nuevas.

5. Folla. Folla como loco. Deja chico a tu estrella porno. Disfruta del sexo ahora que sientes el tic tac de tu reloj.

6. No pierdas el buen humor. Convive con el stress. Será tu compañero fiel de toda la vida. Recuerda que cuando andas con chamba vives stressado de tanto quehacer, y cuando no la tienes también porque no hay frejoles.

7. Ponte en forma, físicamente. No te deprimas como el novio que acaba de perder a su pareja de toda la vida. Sal a correr, anda al gimnasio, haz yoga. Hace bien al espíritu.

8. Ahora sí, date el lujo de comer bien. Aprovecha que tienes tiempo para sentarte y pedirle a Juana tres platos seguidos del rico tacacho que se te fue negado por tantos meses de sangre, sudor y lágrimas.

9. Pasea a tu mamá, a tu hermano menor, hasta a Firulais. No sabes cuándo podrás hacerlo de nuevo con esta chamba de mierda.

10. Recuerda siempre que eres un bagre que nada en un riachuelo sucio sin que las bacterias lo maten. Haz uso de tu perspicacia, tu instinto, tu olfato y tus agallas. Sé valiente para sortear el temporal y encontrar la ruta hacia la turbia salida, protagonista del mejor oficio del mundo.